En la Costa Brava, la felicidad mediterránea no es una emoción pasajera, es un modus vivendi. Son la risa y las conversaciones que oímos en las terrazas de los cafés, es el placer de descubrir una cala escondida, la emoción de explorar pueblecitos medievales bien preservados, un paseo junto al mar y saber que todas estas sensaciones te acompañarán siempre.
El pequeño tesoro de la costa mediterránea
La Costa Brava, joya del Mediterráneo, ofrece muchos lugares de interés: Cadaqués, el pequeño pueblo de pescadores que inspiró a muchos artistas; pequeñas calas escondidas y paradisíacas como la cala Boadella; el espectacular Jardín Botánico Marimurtra, en la localidad de Blanes, o el Parque Natural de Cabo de Creus, el mejor sitio para ver la salida del sol.
Vive el lado más auténtico de la Costa Brava disfrutando de sus tradiciones. La Fiesta de la Sal, un homenaje a las tradiciones pesqueras y saladoras del pueblo de L'Escala; la Cantada de Habaneras en Calella de Palafrugell o el Triunvirato Mediterráneo, la feria grecorromana. Descubre una experiencia única donde el pasado cobra vida y el presente se celebra con pasión.
Costa Brava fusiona tradición, arte y celebraciones. Los pueblos marineros como Palamós con el Museo de la Pesca, único en el Mediterráneo; la arquitectura de los pueblos medievales como Pals; la influencia de pintores como Salvador Dalí, nacido en Figueres, donde podemos visitar su museo; éstos son sólo algunos ejemplos de todo lo que te espera en tu visita.
La gastronomía de la Costa Brava es una maravilla sensorial, que fusiona la frescura del mar con la riqueza de la tierra. Los platos, como el suquet de pescado o el arroz con bogavante, se caracterizan por el exquisito sabor del pescado y el marisco recién pescado. Acompañar estos platos con un buen vino DO Empordà hará que tu comida sea memorable.
